Si tu empresa necesita servicios específicos de gestión de personas, como mejorar sus procesos de selección de personal o evaluar su clima laboral, o más amplios como una reforma completa del área de recursos humanos, es recomendable que cuentes con el apoyo de una consultoría especializada en Recursos Humanos.
Sin embargo, es habitual que en el proceso de trabajar con consultores surjan problemas, pues su trabajo interviene estructuralmente a tu organización. Sigue leyendo y entérate de cuáles son los desafíos más comunes y cómo puedes evitarlos.
Como nunca antes, los liderazgos hoy entienden que la gestión de personas es estratégica para aumentar el valor de la empresa. Por eso recibir consultoría en Recursos Humanos es cada vez más habitual; 60% de las empresas de EEUU, Japón y Europa contratan este tipo de servicios, según datos de la consultora Efiempresa.
Pero como en toda relación laboral y comercial, en esta pueden surgir dificultades. Toma nota de las siguientes buenas prácticas que siempre recomendamos a nuestros clientes para superar juntos estos desafíos, y sacar el máximo provecho a la experiencia de consultoría.
1. Desajuste de expectativas
Cuando contratas los servicios de una empresa consultora para que lleve la gestión de los RRHH de tu empresa es imprescindible que sepas qué esperar de ella.
A diferencia de una asesoría, que por lo general ofrece información relativa a la industria, así como a los asuntos legales o fiscales de tu negocio, una consultora presta servicios que trabajan con procesos y aspectos estratégicos de tu propia organización.
Por este motivo, una vez que tu área de Recursos Humanos contrata sus servicios, debe estar dispuesta a que la empresa consultora planifique e instale los cambios necesarios, según explica la firma española Scentia Alliance en el portal Intereconomía.
De hecho, estos son los aportes que debieras esperar de un servicio de consultoría en general, como el portal especializado Observatorio RH indica:
- Ofrece soluciones creativas para hacer frente a los dilemas de tu empresa.
- Genera sabiduría en tu propio equipo para que éste sea capaz de adaptar soluciones generales a su realidad particular.
- Brinda nuevas perspectivas y herramientas que ayudan a tu organización a mantenerse a la vanguardia en gestión de personas.
- Implementa cambios y realiza seguimiento para cerciorarse de que se cumplen los objetivos acordados.
Consejo práctico
Trabajen en conjunto una minuta para cada reunión que tengan. En cada sesión de trabajo registren los acontecimientos y acuerdos alcanzados. De esta manera evitas malos entendidos en el futuro y tienes una herramienta muy concreta que sirve para monitorear el desarrollo de las acciones planteadas.
2. Decisiones sin estrategia
Hoy, la revolución tecnológica contribuye herramientas que permiten a todas las organizaciones decidir con base en datos y hechos. Este enfoque se conoce como Evidence-Based Management o gestión basada en evidencias, que consiste en la continua generación de indicadores y evidencia que agregue valor a tu organización. De esta forma se reduce la posibilidad de incertidumbre en la toma de decisiones.
Consejo práctico
Genera junto con tu consultora un plan detallado que especifique los objetivos que se necesita alcanzar y plasme las estrategias definidas para conseguirlos. Una vez listo, establezcan una periodicidad para monitorear los progresos y hacer los ajustes necesarios en el camino. Considera que este plan servirá al liderazgo para su proceso de toma de decisiones también.
3. Ignorar la evidencia
Hemos mencionado lo importante que es tomar decisiones a partir de evidencias en los procesos de gestión de personas, pero ¿qué es evidencia?
El centro de estudios de gestión basada en evidencia Center for Evidence-Based Management señala que hay 4 grandes fuentes de información que debes considerar:
- Evidencia científica: publicaciones de resultados de investigaciones.
- Evidencia organizacional: toda la data que reúne tu organización.
- Evidencia experiencial: el expertise que en este caso ofrece la consultora.
- Evidencia de los involucrados: los valores, preocupaciones y necesidades de tus colaboradores.
Consejo práctico
Utiliza herramientas digitales que permitan reunir, clasificar y analizar la evidencia bajo métricas, las cuales luego sean ocupadas para la toma de decisiones.
4. Objetivos poco realistas
Los procesos de trabajo con consultoras nunca son iguales y siempre dependen de las necesidades de la organización que las contrata.
Por lo mismo, es crucial que todos los objetivos que establezcas con la firma sean realistas, específicos y sean comunicados a ambos equipos con transparencia y claridad.
Consejo práctico
Ajusta tus objetivos según el modelo SMART, es decir, que sean específicos, alcanzables, relevantes, oportunos y medibles, explica la empresa desarrolladora de softwares para la gestión de Recursos Humanos, Rankmi.
5. Falta de sincronía
Toma en cuenta que las acciones que van a desarrollar juntos impactarán en todos los niveles de tu empresa y, por lo mismo, es indispensable que las diferentes áreas o equipos de tu negocio se involucren en el proceso, con roles claros y canales de comunicación inmediatos y eficientes.
Consejo práctico
Establece grupos de trabajo con puntos de contacto en cada área involucrada en la consultoría, para que estos comuniquen a sus respectivos equipos los procesos y cambios, y los inviten a colaborar cuando sea el caso.
La consultora como parte del equipo
Desde el minuto que tu empresa y la consultora comienzan a trabajar, deben funcionar como un equipo. Después de todo, si tu liderazgo contrata los servicios de esta firma, es porque confía en su experiencia para mejorar los proceso de gestión de capital humano internos.
Por eso, la selección de la consultora debe seguir un proceso de investigación y balance de sus atributos en cuanto a experiencia previa, historial, equipo de especialistas, costos y soluciones.
Conoce más con la guía sobre cómo contratar una consultora de RRHH